Thème
La prisión es un espacio donde se juntan mujeres y hombres que deben vivir una vida de gran promiscuidad entre cuatro paredes. Nunca (o rara vez) pensamos en la prisión como un colectivo o una comunidad excepto, de manera negativa, para evocar motines o comunitarismo religioso o político. Las interacciones entre las personas internas también se manejan más a menudo en un modo conflictivo que colaborativo. La prisión reúne a individuos cuyo punto común es vivir un tiempo de encierro impuesto con miras a una hipotética reinserción. Se le pide al preso que se mire a sí mismo por un lado en una dinámica de superación y por otro que mire más allá de los muros para contemplar con serenidad su regreso al mundo. Todo sucede como si la suma de individuos que componen la prisión no tuviera sentido colectivo. ¿Es la prisión algo más que un montón de individuos? ¿Puede generar una dinámica colectiva positiva?
Le système carcéral français semble, par peur du débat et de la parole commune, entretenir l'individualisme de chacun qu'il place dans un face-à-face problématique avec la justice, l'administration et, plus généralement, avec l'autre lo que sea. Dentro del sistema, los roles de cada uno están bien definidos, pero su especificidad no debe inducir a fronteras estancas donde cada bloque se enfrenta con el otro. La reciente crisis de salud ha permitido que los guardias, como prisioneros, se miren de nuevo. El enemigo ya no era el guardia ni el prisionero, sino la enfermedad. Nació una unión implícita contra el COVID 19 y todos tenían la impresión de estar más o menos unidos en esta lucha.
La prisión sigue siendo un lugar de encierro forzado y, ciertamente, una comunidad sufrida. Además, nos gustaría, con motivo de los Días Nacionales de la Prisión, explorar las dinámicas comunitarias positivas que la prisión puede o podría generar. No queremos justificar la prisión como único medio de hacer frente a la delincuencia y la criminalidad, sino decir que todos los rostros que encierra no trazan los contornos de una persona indiferenciada que tiene la figura del monstruo o del asocial. Los múltiples individuos que encierra viven, sufren, resisten, trabajan trazando líneas cuyas trayectorias la mayoría de las veces escapan a cualquier categorización. Son estas líneas las que perfilan sinergias, afiliaciones, agrupaciones e incluso fraternidades y hermandades, explícitas o implícitas. Todos estos esquemas organizacionales no necesariamente necesitan ser institucionalizados, algunos son permanentes, otros efímeros. Hablan de la necesidad de autodeterminación y cooperación para satisfacer la necesidad universal de vínculos sociales. ¿Cómo puede una comunidad dentro de los muros prepararse para integrar a la comunidad exterior cuando tiene sus propias reglas?
La prisión sirve para gestionar las marginalidades de nuestra sociedad: pobreza, enfermedad, locura. Es un reflejo distorsionado de la sociedad de afuera, es un concentrado de miseria. Por lo tanto, no puede afirmarse que la sociedad que produce sea automáticamente el comienzo de una futura integración. Por el contrario, si la sociedad quiere que la comunidad penitenciaria genere una dinámica positiva de resocialización, debe considerarla como una realidad en sí misma y no como una proyección teórica de un deseo normativo. El fracaso de muchas políticas de reinserción se debe a menudo al hecho de que cada uno de nosotros considera que la sociedad interna tiene que ser necesariamente perfectamente inteligible para la sociedad externa. Este juego de espejos distorsiona así la percepción del interior y sobre todo la atención que se presta a los presos y presas.
Los grupos, constituidos o no, expresan un lenguaje que debemos aceptar no entender de entrada. Este tema de las Jornadas Nacionales pretende explorar las dinámicas internas y mostrar su riqueza. Este tema también quisiera dar la razón a los pequeños gestos cotidianos cuando dicen el rechazo a la infantilización carcelaria, dar la razón a los que dentro de los muros tienen cosas que compartir, dar la razón a los que piensan que un colectivo de presos no es la antesala de un motín.
Este tema quisiera permitir que los de afuera no tengan una mirada inequívoca de la prisión. La uniformidad y el gris de los muros circundantes no reflejan la diversidad poco conocida del interior.
Mensaje Tema del ARAPEJE. (Asociación Reflexión Acción Prisión y Justicia)
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